Miercoles 30 de Octubre, 2019

Conozcamos a Paulina Brunner y Maximiliano Silva

Siguiendo con nuestro ciclo de entrevistas a nuestros feligreses, en esta edición compartimos con ustedes el testimonio de Paulina Brunner y Maximiliano Silva, quienes participan en la parroquia desde el año 2013:  “Comenzamos asistiendo como parroquianos y más tarde, a fines del 2014, nos ofrecimos a trabajar en lo que el párroco de ese entonces estimara necesario dentro del área pastoral.  Fue ahí, cuando nos invitó a acompañar a los novios, pues se soñaba que existiera una Pastoral Matrimonial”.  

Nos cuentan que su amor a la Iglesia es lo que los motivó a comprometerse con la parroquia, más allá de ir solamente a misa: “Queríamos estar donde pudiéramos actuar desde dentro, y lo familiar nos interesaba mucho porque somos unos convencidos de las gracias del sacramento del matrimonio” enfatizan.

Maximiliano y Paulina se conocieron en el Santuario de Schoenstatt en Campanario.  Fue en ese lugar donde se animaron a construir familia juntos y se casaron en marzo de 2010. Maximiliano era viudo con 4 hijos y Paulina tenía 3 hijos de un matrimonio anterior anulado eclesiásticamente: “Juntamos 7 hijos, con quienes vivimos desde que nos casamos. Ya se han ido 4: dos casadas y 2 se independizaron” explican.

Cuando les preguntamos qué ha significado para ellos trabajar con los novios, nos comentaron: “ha sido muy lindo y esperanzador, pues nos renuevan en el sacramento y nos dan fe en que hay gente que todavía cree en él,  nos llenamos con sus inquietudes y nos dejan muy felices con sus sueños, nos comprometemos a rezar por ellos y nuestro corazón crece de alegría al incorporar a nuevos ‘hijos’ a vida parroquial”.  

Además, nos cuentan que han sido testigos, de que - aún en estos tiempos - existen parejas jóvenes que quieren desarrollarse como familia al alero de lo que la Iglesia les ofrece: “Trabajar con ellos, nos confirma el anhelo qué hay de crecer como parejas, porque son personas que quiere más en su matrimonio y han encontrado que su parroquia los acoge, y en un clima de cercanía, les ofrece una oportunidad para conversar entre ellos de temas cotidianos a la luz de la fe.  Además, cuando alguno comenta que les hace muy bien conversar temas que no hablarían con sus amigos en un carrete, nos sentimos muy felices de ofrecer ese espacio, donde conversan con alegría, comparten con sus pares y ven que muchos pasan por lo mismo”.

El matrimonio Silva Brunner siempre está invitando a nuevos matrimonios para que se integre en la Pastoral, pues saben que el compartir el “Happy Hour” mensual en la parroquia: “Sabemos que ese momento les hace muy bien para detenerse y reencontrarse como esposos, conversar con calma  ver su proyecto de vida matrimonial, renovarlo, armarlo y crecer en su amor conyugal”.

Finalmente, nos envían un importante mensaje: “Esta es una invitación de la parroquia a fortalecer los matrimonios, base de una familia sana que, bajo el cobijo de Dios y María, quiere ser un regalo al mundo. Familias sanas, vinculadas y con cultivo de su vida a la luz de Dios, son fundamentales para una buena sociedad.  Con familias fortalecidas por Dios, no existiría por ejemplo el Sename y creemos que tendríamos una mejor sociedad”.

“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, 
y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”
(Efesios 5,31)