Viernes 13 de Marzo, 2020

Tendremos Adoración al Santísimo

Con la debida prudencia que nos exige el estado de catástrofe en el país, los invitamos a participar de la Adoración al Santísimo que llevaremos a cabo en el Templo mayor todos los días jueves de 10:00 a 19:00 hrs., puedes inscribirte como voluntario y así ser custodio del Señor durante 30 minutos.

Pincha en el siguiente enlace:

FORMULARIO INSCRIPCIÓN ADORACIÓN AL SANTÍSIMO

La divina Presencia del Señor, es real. Éste es el fundamento primero de la devoción y del culto al Santísimo Sacramento. Ahí está Cristo, el Señor, Dios y hombre verdadero, mereciendo absolutamente nuestra adoración y suscitándola por la acción del Espíritu Santo.

Él y sólo Él puede ayudarnos a salir de las crisis que atrevesemos como humanidad.

Esta piedad eucarística, no es puro sentimiento, sino precisamente fe.  Por tanto, «este culto de adoración se apoya en una razón seria y sólida, ya que la Eucaristía es a la vez sacrificio y sacramento, y se distingue de los demás en que no sólo comunica la gracia, sino que encierra de un modo estable al mismo Autor de ella.

«Cuando la Iglesia nos manda adorar a Cristo, escondido bajo los velos eucarísticos, y pedirle los dones espirituales y temporales que en todo tiempo necesitamos, manifiesta la viva fe con que cree que su divino Esposo está bajo dichos velos, le expresa su gratitud y goza de su íntima familiaridad» (Mediator Dei 164).

La Eucaristía es el mayor tesoro de la Iglesia ofrecido a todos para que todos puedan recibir por ella gracias abundantes y bendiciones. La Eucaristía es el sacramento del sacrificio de Cristo del que hacemos memoria y actualizamos en cada Misa y es también su presencia viva entre nosotros. Adorar es entrar en íntima relación con el Señor presente en el Santísimo Sacramento.

Adorar a Jesucristo en el Santísimo Sacramento es la respuesta de fe y de amor hacia Aquel que siendo Dios se hizo hombre, hacia nuestro Salvador que nos ha amado hasta dar su vida por nosotros y que sigue amándonos de amor eterno. Es el reconocimiento de la misericordia y majestad del Señor, que eligió el Santísimo Sacramento para quedarse con nosotros hasta el fin de mundo. 

Fuente: Chatholic.net