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Festividades: 27 y 28 de agosto
Estos dos santos africanos nos enseñan un gran testimonio de la oración y la Misericordia de Dios.
Mónica significa dedicada a la oración y a la vida espiritual. Santa Mónica es famosa por haber sido la madre de San Agustín y por haber logrado la conversión de su hijo.
Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de soledad, pero sus padres dispusieron que tenía que esposarse con un hombre llamado Patricio. Este era un buen trabajador, pero terriblemente malgeniado, y además mujeriego, jugador y sin religión ni gusto por lo espiritual.
Tuvieron tres hijos: dos varones y una mujer. Los dos menores fueron su alegría y consuelo, pero el mayor Agustín, la hizo sufrir por docenas de años.
San Agustín, en su juventud se dejó arrastrar por los malos ejemplos y, hasta los 32 años, llevó una vida licenciosa, aferrado a la herejía maniquea. De ello habla en sus "Confesiones", que comprenden la descripción de su conversión y la muerte de Mónica, su madre.
Mónica tuvo un sueño en el que vio que ella estaba en un bosque llorando por la pérdida espiritual de su hijo y que en ese momento se le acercaba un personaje muy resplandeciente y le decía :"tu hijo volverá contigo " y enseguida vio a Agustín junto a ella. Faltaban 9 años para que Agustín se convirtiera.
Mónica había enseñado a orar a su hijo desde niño, y le había instruido en la fe, de modo que el mismo Agustín que cayó gravemente enfermo, en el año 387, y al leer unas frases de San Pablo sintió una impresión extraordinaria y se propuso cambiar de vida. Envió lejos a la mujer con la cual vivía en unión libre, dejó sus vicios y malas costumbres. Se hizo instruir en la religión y en la fiesta de Pascua de Resurrección de ese año se hizo bautizar. Mónica hizo todos los preparativos para que los recibiera.
Miles de madres y de esposas se han encomendado en todos estos siglos a Santa Mónica, para que les ayude a convertir a sus esposos e hijos, y han conseguido conversiones admirables.
Las “Confesiones", de San Agustín, es la obra más conocida del santo. Fue escrita para mostrar la misericordia de Dios hacia un gran pecador, que por esta gracia, llegó a ser también, y en mayor medida, un gran santo. Ella es no sólo una respuesta a los paganos, sino trata toda una filosofía de la historia providencial del mundo. Luego de esto escribió también "Las Retractaciones", donde expuso con la misma sinceridad los errores que había cometido en sus juicios.
Murió el 28 de agosto de 430, a los 72 años de edad, de los cuales había pasado casi 40 consagrado al servicio de Dios.
Fuente: ACIprensa
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