Un colorido Parque Bicentenario se observó el pasado sábado 29 de septiembre cuando cientos de jóvenes llegaron animados por la invitación a participar de "Encuéntrate, la Iglesia eres tú", instancia organizada por jóvenes de la Parroquia San Juan que asistieron a la Jornada Mundial de Jóvenes en Madrid y que quisieron replicar parte de esa experiencia en Santiago.
La actividad comenzó a las 11.00 horas y en ella los asistentes pudieron disfrutar de distintos momentos de oración, reflexión, conversación de temas de actualidad, mesas redondas espacios de compartir fraterno. Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, también quiso estar presente y llegó hasta el lugar para compartir con los jóvenes, a los que invitó a anunciar con alegría su vida en Cristo, "esta experiencia nos dice que la vida cristiana no es fome, es alegre y es fuente de alegría y de vida, así es que anuncien que vale la pena ser cristiano, cristiano alegre y que mira al futuro".
Sebastián Abusleme, joven católico, fue uno de los tantos participantes de "Encuéntrate". Para él ésta fue una grata experiencia que lo llenó de alegría y esperanza, especialmente al ver el entusiasmo de la juventud presente. "Como católico creo que es importante este tipo de actos donde se demuestra que la fe se vive día a día, no solo dentro de una iglesia sino también en el espacio público, que es una religión
viva y presente en la sociedad".
Uno de los momentos del "Encuéntrate" que fue más significativo para Sebastián fue una charla en al que se dialogó en torno al rol de los católicos en política, "a mi me llamó mucho la atención el llamado que se hizo invitando a vivir el servicio público desde la perspectiva católica".
A la luz de tu experiencia en esta actividad ¿qué mensaje te gustaría compartir con los jóvenes católicos?
Para mí es muy llamativo cuando la Iglesia hace un llamado a participar en instancias de este tipo y hay una gran respuesta de parte de los jóvenes. A veces uno cree que no son tantos los jóvenes que participan de la vida de la iglesia y con esta actividad me di cuenta que la iglesia joven sí existe y que se puede vivir la fe en medio de la sociedad.
Animamos a Sebastián y a tantos jóvenes más, que como él, viven con gozo su fe y la comparten en medio del mundo.
