Tweet |
|
Debido a la pandemia por Covid-19
En un fraterno encuentro virtual, 29 presbíteros de la Arquidiócesis de Santiago que entregan el sacramento de la Unción de los Enfermos en hospitales, se reunieron para analizar la realidad que viven las personas en los recintos de salud producto de la pandemia. Cercanía con las familias afectadas y un trabajo evangelizador permanente, marcaron las propuestas para el resto del año.
La actividad, que se desarrolló este viernes 23 de abril por la plataforma Zoom, comenzó con las palabras del Vicario de la Pastoral para la Misericordia, padre Juan Pablo García Huidobro, quien analizó este tiempo que vive la Iglesia en materia de crisis sanitaria: “Creo que la pandemia despertó algo muy positivo en mucha gente como es la sensibilidad y el deseo de ayudar, y eso debemos aprovecharlo como una inspiración del Espíritu Santo. Hay un anhelo de fortalecer la escucha, de apoyarnos entre nosotros para asistir al enfermo y estar más en terreno”.
Luego, vino un espacio para que los sacerdotes pudieran compartir experiencias y recibir sugerencias de sus pares. “Cuando llega una petición, en general a los 10 minutos ya está resuelto el sacerdote que va a visitar a ese enfermo, a veces con gran sacrificio, pero con una disponibilidad realmente admirable. Hay días en que no llega ninguna petición, pero en otras veces, en una mañana llegan cuatro o cinco simultáneas y gracias a Dios todas se van resolviendo gracias a la disponibilidad y generosidad de los sacerdotes”, expresó el padre Juan Ignacio Schramm, encargado de la Pastoral Hospitalaria.
Por su parte, el padre Jorge Ruiz, siente que un punto no menor es el aporte que entregan los adultos mayores en esta pandemia: “Para ellos les ha sido muy difícil prestar un servicio de acompañamiento. Hay muchas restricciones para acceder a los hospitales”. Por lo tanto, agrega que este tiempo “ha sido un servicio bien clarificador de la Iglesia, ya que hemos estado muy oportunos para poder atender las necesidades. Doy gracias a Dios por este equipo que se ha conformado y por quienes la han encabezado”.
En su caso, el padre Andrés Moro, cree que parte de los focos hacia adelante están en reforzar el voluntariado: “Muchos de ellos han descubierto nuevamente la fe, se han encontrado con una Iglesia que desconocían o prejuiciaban, y el poder estar ahí, porque ven que vamos con una completa voluntariedad, donde no tenemos ninguna obligación laboral o económica, para ellos es muy fuerte. Debemos ver cómo podemos evangelizar a esa gente admirable y acompañarla, porque no han parado en todo este tiempo. Uno va con la unción y termina consolando a la gente que está acompañando al enfermo”.
Sobre el futuro, el padre Rodrigo Magaña, proyecta que un desafío importante que la pandemia puso fue el estrés complementario a la despedida de un ser querido. “Sería muy interesante derivar a las personas hacia los diferentes programas de acompañamiento que tiene el Arzobispado, ya que siento que, con eso, se abre la puerta hacia un familiar del enfermo y donde muchas veces uno no se puede hacer cargo de continuarla, pero también se puede dejar a ellos la llave para que abran esa puerta cuando la necesiten”, donde propuso potenciar los canales como Fono Escucha o acompañamiento del duelo que ofrece el Arzobispado de Santiago, entre otros.
En esa línea, monseñor Cristián Roncagliolo, Vicario General de la Curia, siente que el camino para lo que queda de pandemia es el de mantener los lazos con los enfermos y quienes sufren la pérdida de un ser querido: “El camino de la informalidad nos va generando una red de amistad con la institución, pero la libertad de culto- que significa que un paciente quiera recibir la unción cuando está en un hospital- es un derecho que tiene y que tenemos que resguardar, por lo tanto cuando trabajemos en la informalidad que tiene un valor, tenemos que hacer un camino hospital por hospital, ya que la legislación está a nuestro favor en el sentido que los hospitales deben validar que un católico pueda recibir la unción”, precisó.
Fuente: Iglesia de Santiago
Av Vitacura 3729, Vitacura, Región Metropolitana
Teléfono: 22 208 1730
E-mail: secretariapinmaculada@iglesia.cl