¿Sabías que la Biblia nos presenta distintos tipos de ayuno?

4 formas de abstenerse tienen registro en las Escrituras

Cada vez estamos más cerca de Cuaresma, el periodo de 40 días de reflexión y penitencia que nos va a preparar para la Semana Santa. Este tiempo litúrgico nos propone tres prácticas penitenciales: la oración, la limosna y el ayuno.

Este último significa renunciar a un placer alimentario o a cualquier otro bien, lo cual fortalecerá nuestra voluntad y abrirá nuestro corazón al amor de Dios. Sin embargo, existen diferentes tipos de ayuno, los cuales se presentan en la Biblia a través de muchos ejemplos.

Ayuno total

Este se considera el ayuno más radical que puede realizar el ser humano, ya que no se come ni se bebe ningún tipo de nutriente. En las Sagradas Escrituras, podemos encontrar un ejemplo en el capítulo 4 del libro de Ester, en donde ella y todos los judíos de la ciudad de Susa, decidieron estar tres días enteros sin ingerir ningún tipo de alimento antes de que Ester fuera a hablar con el rey.

Ayuno con agua

Es uno de los más conocidos. No se come, pero se puede beber agua. Algunos piensan que este fue el ayuno que Jesús hizo por 40 días antes de comenzar su misión. En el Evangelio de Lucas se menciona lo siguiente:

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre”. (Lucas 4:1-2)

Ayuno parcial

Es un tipo de dieta que consiste en eliminar algunos tipos de alimentos para comer de forma sencilla. En la Biblia está el ejemplo de Daniel (Daniel 10:2-3), que por tres semanas no consumió nada elaborado, ni sabroso. Además, se menciona específicamente que no probó ni carne ni vino.

Ayuno de otras cosas

La Biblia también menciona otro tipo de ayuno que no tiene que ver con alimentos. Se trata de dejar de lado, por un tiempo, ciertas acciones o bienes. Por ejemplo, Daniel dejó de usar perfume cuando hizo el ayuno parcial de tres semanas (Daniel 10:2-3). De la misma forma, en 1 Corintios 7:5 encontramos también el ejemplo de abstenerse del sexo en el matrimonio, por un periodo corto, para dedicarse a la oración.