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Conociendo la obra del artista en Chile
“El trabajo de la madera, requiere mucho conocimiento de sus consistencia y sus condiciones para lograr que pueda transformarse desde un trozo de madera a una escultura”, Peter Horn.
Con estas palabras continuamos revisando la vida y obra del escultor, que retornó a Chile junto a su familia luego de la Segunda Guerra Mundial.
Instalado en Osorno, en 1951 fue contratado por el Instituto Chileno Alemán de Osorno como profesor de dibujo. Más tarde le encargan dos frescos para el frontis del gimnasio y la piscina.
En camioneta llegaba hasta los campos para recoger con la ayuda de otros, troncos para sus tallados. En muchas ocasiones las grandes figuras eran talladas en maderos de una pieza.
De estos años destacan el crucifijo de la Iglesia Luterana de Osorno, en 1954 y los relieves de bronce que decoran el Monumento de los Colonos, en Llanquihue. Estos se sumaron al ya conocido Cristo de Rinconada de Silva en Putaendo.
Los crucifijos elaborados en madera, yeso y mármol eran de líneas sencillas. En ocasiones, con rostros llenos de dramatismo y a su vez, serenos que invitaban al recogimiento.
Existen crucifijos en capillas de colegios: Las Ursulinas, Vitacura; Saint George; Sagrado Corazón de Tomás Moro; entre otros. En el Campus San Joaquín de la Universidad Católica; Iglesia Luterana en Valparaíso, Los Bajos, Santiago, Osorno; Parroquias en Llolleo y Fresia; en el Monasterio de la Asunción de María, Monjas Benedictinas de Rengo; camino a Pichilemu; en la Capilla la Natividad de María, Cerro San Cristóbal; entre otros lugares.
Foto portada: De iz. a der. Cristo Crucificado, Capilla La Natividad de María, Santuario Cerro San Cristóbal / Cristo Crucificado, Parroquia Cristo Rey de Llolleo.
Fuente: Peter Horn 1908-1969, escultor de emociones. Gisela Kroneberg Contzen, 2009.
Av Vitacura 3729, Vitacura, Región Metropolitana
Teléfono: 22 208 1730
E-mail: secretariapinmaculada@iglesia.cl