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Y este Primer domingo recibiremos dos bendiciones especiales
Para la celebración Eucarística de este domingo 1 de diciembre tendremos dos bendiciones especiales: la corona de Adviento y a quienes llevan vida en su vientre: las madres embarazadas.
Estos gestos se harán porque comenzamos un tiempo especial de preparación para la llegada de nuestro Salvador.
El Adviento está compuesto por los cuatro domingos previos a la Navidad, que luego se integran en la gran celebración del Nacimiento de Jesús y su posterior Epifanía.
En este tiempo litúrgico volvemos a ver el color morado, símbolo de austeridad y penitencia. El sentido es ayudarnos a ser conscientes de la necesidad de la conversión, de “estar preparados”, de que hay que avivar los corazones ante la inminente llegada del Señor.
La primera semana de Adviento está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos, nos invita a estar en vela.
La segunda semana se nos invita a “preparar los caminos del Señor” y la tercera semana preanuncia la alegría de que está cada vez más cerca el día de la venida del Señor.
En la cuarta semana María es la figura central, y su espera es modelo a seguir.
Vivamos esta espera activa, transformando nuestra manera de pensar, sentir y actuar a ejemplo de Jesús. Revisemos nuestra vida y dejemos atrás lo que nos aleja de Dios, para recibirlo con un corazón renovado.
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