Jueves 24 de Marzo, 2016

Gran convocatoria en la Peregrinación del Decanato de Vitacura

El Papa Francisco ha encomendado en este Año de la Misericordia a vivir la peregrinación, como un verdadero signo de la espera en el perdón del Señor. 

Por lo mismo nuestra Parroquia no podía estar ausentes en la Peregrinación del Decanato de Vitacura realizada el sábado 19 de marzo, en una jornada llena de mucho recogimiento y alegría en la esperanza del perdón del Señor, 

Los peregrinos de la Parroquia se encontraron a las 10:00, para luego partir caminando todos juntos hacia el punto de encuentro con las demás parroquias, que era la pasarela del Parque Araucano. 

Se reunieron en total más de 90 personas que peregrinaron desde diferentes puntos de la comuna pertenecientes a las parroquias de: San Francisco de Sales, Santa María de Las Condes, Nuestra Señora de las Mercedes de Los Castaños, San Juan Apóstol e Inmaculada Concepción. De nuestra parroquia asistieron alrededor de unos 35 peregrinos, quienes caminaron desde Alonso de Córdova hasta el Templo Jubilar.

El punto de encuentro, el equipo de Nuestra Señora del Rosario tenía preparada una primera estación en la que los  peregrinos pudieron meditar con algunos textos bíblicos sobre la misericordia del Señor y llevarse las reflexiones a sus hogares.

Luego los asistentes siguieron su camino hacia el Templo Jubilar, parando en dos ocasiones más con el mismo objetivo, encontrase con Dios reflexionando sobre la misericordia con cantos y lecturas del evangelio.

Al llegar al templo, nuestro Párroco el Padre Eduardo Howard, quien es también Vicario de Vitacura, hizo una pequeña introducción sobre el sentido y la importancia de cruzar la Puerta Santa de la Misericordia, además de explicar lo que es una indulgencia plenaria y la posibilidad de ganarla en esta Peregrinación.

Luego se dio inicio a la Santa Misa, que fue presidida por el Padre Eduardo Howard y concelebrada por los Padres Roberto Espejo, Párroco de Nuestra Señora de las Mercedes de Los Castaños y el Padre Jorge Barros, Párroco de San Francisco de Sales, quien fue además nombrado por el Santo Padre como Misionero de la Misericordia, cargo especial que se entregó en Chile, sólo a dos sacerdotes.   

Durante la misa, todos los demás párrocos de las parroquias de Vitacura celebraron el sacramento de la Reconciliación. Se formaron largas filas de creyentes ansiosos por recibir el perdón de Dios en esta peregrinación.

Durante la prédica el Padre Eduardo Howard agradeció la convocatoria de los asistentes y recalcó la importancia de este Año Jubilar: “Dios quiere transformarnos en testigos de su misericordia. Le damos las gracias a todos los peregrinos que han llegado hasta acá, porque han respondido en forma cariñosa y generosa a este llamado de Dios. Es una expresión del deseo de servir al Señor. Es una expresión de que la misericordia es una meta que queremos y tenemos que alcanzar”.

Todos los asistentes quedaron muy contentos con la Peregrinación y la Santa Misa posterior. Caras alegres, llenas de Dios. Se podía sentir la misericordia de Dios en los corazones de todos los peregrinos.

Isabel Santa María, es monitora de la Pastoral de Novios de la Parroquia. Afirma que no podía faltar a esta peregrinación porque lo sentía como algo necesario: “Los católicos nunca estamos en la calle haciendo ruido, y tal como nos dijo el Papa, tenemos que hacer ruido en beneficio del Señor, sobre todo en este año de la Misericordia”.

Su esposo, Jaime Lira, quien también es monitor de la misma Pastoral, reafirmó la importancia de recibir el perdón de Dios: “Vengo para recibir la misericordia del Señor. El venir aquí no tiene otro objetivo que darle importancia al perdón de Dios en nuestras vidas. Y qué mejor signo visible de que nos importa, que esta peregrinación”.

De la Pastoral de Trabajadoras de Casa Particular asistió un buen grupo de mujeres. Nuri Campillay fue una de ellas y señaló que no podía faltar a tan grande evento del Señor: “Es una oportunidad maravillosa poder cruzar una de las Puertas Santas de Santiago y no lo podía dejar pasar. Estamos celebrando el Año de la Misericordia y todos necesitamos como nunca acercarnos al perdón del Señor”.

Recordemos durante todo este año el insistente llamado del Papa a la peregrinación para alcanzar la Misericordia de Dios y la importancia de cruzar las Puertas Santas para ganar las indulgencias plenarias. Son todas demostraciones del amor que Dios tiene por nosotros. Ese amor que se hace presente día a día en nuestras vidas y que quiere llenarnos de vida, de paz y sobre todo, de mucho amor y perdón. 

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