Jueves 21 de Julio, 2016

“Uno tiene que entregar todo de sí en el trabajo de sacristán”

Es una importante labor la que hace un sacristán. Y es que los sacerdotes confían mucho en ellos a la hora de llegar a la celebrar las misas. Muchas veces, van de un lado a otro muy apurados y le ceden a los sacristanes la responsabilidad de que cuando lleguen a celebrar la Eucaristía esté todo listo y dispuesto.

Anselmo López llegó a este cargo sin saber mucho sobre qué es lo que tenía que hacer, ya que, trabajó 20 años de su vida como ayudante de cocina.

“Llegué como aficionado al tema de cocinar y en la empresa en la que estaba me fueron de a poco capacitando. Cuando fue la crisis asiática perdí ese empleo y por un contacto llegué a la Parroquia”.

Ahora bien, siempre estuvo ligado con la Iglesia. Anselmo es de Ñuble, VIII Región y el servicio es parte de su vocación de Anselmo. Desde joven participó en su parroquia local como miembro de la pastoral juvenil.

“Hacíamos varias actividades, construimos una capilla, nos reuníamos. Siempre he estado cercano a Dios y me ha gustado mucho servir a los demás”.

Nos cuenta que su familia es muy importante para él. Conoció a su señora en un viaje de vacaciones y se enamoró, pololeó un tiempo y tuvieron 3 hijos. Hoy tienen 26, 25 y un adolescente de 15 años.

Dios es el centro de esta familia. De hecho, la esposa de Anselmo también es sacristán. Lleva 4 años trabajando en esta labor en la Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes de Puente Alto. Dos de sus hijos además fueron acólitos.

Nos cuenta que el trabajo de sacristán de él y de su señora ha contribuido mucho a la unión familiar y de pareja.

“¡Por supuesto que ayuda! Porque ambos estamos más cerca de Dios, lo que nos permite estar mejor como pareja y además ayudar a nuestros niños para que se acerquen a la Iglesia”.

Cuando le preguntamos si cree que el trabajo de ser sacristán es importante, él con mucha humildad dice que cree que sí, pero porque los sacerdotes entregan mucha confianza en ellos. “Uno tiene que entregar todo de sí en el trabajo de sacristán. Es una gran responsabilidad porque se delega mucho en uno. Hay que preocuparse siempre de hacer las cosas muy bien”.

Tengamos siempre en nuestras oraciones a Anselmo y a todo el equipo auxiliar de nuestra Parroquia. Son ellos quienes contribuyen con su generoso y humilde trabajo a nuestro encuentro con Dios.