“Creo que gano más que la gente a la cual visito"

Hortensia Novión coordinadora de la Pastoral de Ministros servidores de los enfermos

En muchas ocasiones nuestros sacerdotes no pueden ir a casa por casa visitando a los enfermos es por eso que recurren a la ayuda de los ministros extraordinarios de la comunión a sus hogares. ¿Cómo funciona esta pastoral? ¿De que se trata este servicio?

Es llevarles el consuelo de la Eucaristía a los enfermos y ancianos. Así nos lo relata Hortensia Novión la encargada de la pastoral desde hace 10 años, coordina que se lleve la Comunión una vez por semana a clínicas (lunes y miércoles), hogares de ancianos y casas con la ayuda de 25 ministras de nuestra comunidad.

La mayoría de las personas visitadas son personas de edad avanzada, pero también muchos jóvenes con cáncer y enfermos terminales. Son situaciones muy dolorosas en las que se debe estar muy bien preparados espiritualmente para esta tarea.

“Uno gana mucho más que la gente a la va a visitar, se nos llena el corazón de alegría el poder hacer algo por ellos. Les llevamos al Señor y les enseñamos que pueden ofrecer sus dolores y todos sus sufrimientos por sus seres queridos. Es gente mayor que no tiene idea del valor redentor del sufrimiento, tenemos viejitos de 90 hasta 100 años, un caballero de esta edad, lo que es una gracia porque siempre son mujeres las que llegan a esas edades”.

En cada visita a pesar de las dificultades reciben a Jesús Sacramentado felices, “a veces nos esperan casi siempre con un altar para que recemos, o escuchando la Radio María o viendo el canal EWTN”, dice la coordinadora de la Pastoral.

Además de acompañarlos y llevarles la comunión a veces les hablan de lo que se trató el Evangelio de la Misa del domingo, también con ellos se trata de hacer un poco de misión.

En el Año de la Misericordia, esta obra, ha sido particularmente buena, ya que muchas de las personas que acompañan les solicitan que los visite un sacerdote y no sólo para recibir la Unción, sino que también para el sacramento de la Reconciliación. En esto el apoyo de nuestros sacerdotes los padres Eduardo y Carlos ha sido fundamental “siempre que le pedimos que vaya a visitar a alguien va”, asegura Hortensia Novión.