Tweet |
|
Prepara tu corazón a Jesús, Salvador.
El domingo 3 de diciembre, estaremos celebrando juntos nuestro segundo domingo de Adviento como un camino que nos conduce a la celebración del Nacimiento del Hijo de Dios. En este camino que recorremos, Dios nos acompaña con su palabra viva y amorosa, la cual va iluminando nuestros pasos a fin de que, bien dispuestos, recibamos, en su momento, al Salvador que nace en el portal de Belén.
En esta segunda semana una voz grita en el desierto”, dice el Evangelio. Es la voz de Juan Bautista que llama a la conversión y por ello se invita a los fieles a preparar el corazón para el Señor Jesús, con el Sacramento de la Reconciliación.
Meditemos en el Evangelio de este domingo según Mateo 3,1-12
"Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos."
La Iglesia nos motiva a la reconciliación con Dios mediante la Confesión. La cual nos devuelve la amistad con el Señor, que se había perdido por el pecado.
En este contexto, el encendido de la segunda vela morada de la Corona de Adviento es signo del proceso de conversión que se está viviendo.
Para estos días se recomienda buscar los horarios de confesiones del templo más cercano para aprovechar las gracias que Dios derrama en el Sacramento de la Reconciliación.
De esta manera, cuando llegue la Navidad, se podrá estar bien preparado interiormente, unido a Jesús y los hermanos en la Eucaristía.
Para conocer todo lo referente al perdón de los pecados, visite el especial de Penitencia.
Fuente Aciprensa
Evangelio: Mateo 3,1-12
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: "Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos." Éste es el que anunció el profeta Isaías diciendo: "Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: "¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: "Abrahán es nuestro padre", pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga."
Av Vitacura 3729, Vitacura, Región Metropolitana
Teléfono: 22 208 1730
E-mail: secretariapinmaculada@iglesia.cl