Jueves 14 de Septiembre, 2017

Ricardo nos comparte su experiencia con los enfermos

Ricardo Carrasco, es el encargado de la pastoral misión hospital, es esposo, padre de 4 hijos y un comprometido con su Iglesia y nuestra parroquia. 

Hoy, nos comparte su testimonio con los que sufren enfermedad y cómo el Señor lo ha ido llevando por este camino de amor y servicio.

¿Qué ha sido para ti el apostolado en el hospital?

Una experiencia de amor y de fe muy grande, poder llegar al Padre a través de nuestros hermanos es una experiencia de amor difícil de describir. Todo lo que te diga, es nada, tienes que vivirlo. Lo demás es poesía.

¿Cuál ha sido tu experiencia más bonita?

Son muchas…es difícil de tomar una….porque el solo hecho de saber que partes al envío y que desde la mirada humana te encontrarás con hermanos sufriendo en la enfermedad, el dolor, la desesperanza, el abandono, en la soledad, muchas veces en la precariedad humana, es indescriptible. Decirle al Señor: "es a ti al que quieren encontrar a través de mí", es un gozo de amor al alma muy grande.

¿Qué es lo más difícil que has presenciado?

Los hermanos enfermos cuando están rebelados en su enfermedad y se sienten castigados y abandonados por Dios. Felizmente, luego de soltarse interiormente, viene su mea culpa…. Oportunidad para uno de poder hablarle de cuanto DIOS nos ama y lo que espera de él.

¿Qué le dirías a la comunidad de la parroquia para que se animen a participar en esta pastoral?

Salgamos a servir como El Señor lo hizo... el cumplir con nuestra obligaciones en teoría está bien, pero solo eso, es demasiado cómodo, hay que salir a trabajar y servir, a caminar con fuerza a la luz del evangelio y poder llevar como buenos discípulos misioneros y mensajeros suyos su palabra de verdad y salvación a todos nuestros hermanos, de manera especial, lo que están sufriendo de diferente formas en esa periferia humana.

En el caso del hospital actualmente somos muy pocos (9) para la cantidad de salas que atender. No se requiere ninguna formación especial para este acompañamiento, solo la voluntad y compromiso de trabajar con El Señor y para El Señor.