Tweet |
|
“Qué más puedo desearles que terminar mi visita diciéndole al Señor: mira la fe de este pueblo, y regálales unidad y paz”.
El Santo Padre se paseó por diferentes lugares y grupos de personas dando un mensaje especial en cada visita. El lunes 15 de enero llegó a Chile, aterrizando a las 19:15 hrs en Santiago, donde fue recibido por las principales autoridades de nuestro país. Ese mismo día visitó la Parroquia Luis de Beltrán y la tumba de Mons. Alvear, “el Obispo de los pobres”, quien está en proceso de beatificación.
El día martes 16 de enero, comenzó su jornada con la Ceremonia de Recepción Oficial en el Palacio de La Moneda, donde fue recibido por nuestra Presidenta Michelle Bachelet junto con los representantes de la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático.
En su discurso, la Presidenta Bachelet lo llamó "amigo" y agregó que "tenerlo entre nosotros, Papa Francisco, es un privilegio y un genuino estímulo para seguir la ruta de mayor justicia y bienestar que demandan los ciudadanos".
El Papa en su intervención envió un saludo y abrazo a todo el pueblo chileno: "La diversidad y riqueza geográfica que poseen nos permite vislumbrar la riqueza de esa polifonía cultural que los caracteriza". Nos invitó a escuchar a los desempleados, a los pueblos originarios, a los migrantes, a los jóvenes y a los ancianos.
Posteriormente manifestó su dolor y vergüenza por los abusos de ministros de la Iglesia a menores de edad y pidió perdón por ello, asegurando el empeño por reparar el daño ocasionado.
Luego de su visita a la Moneda, el Papa se dirigió a la Misa en el Parque O’Higgins, donde se reunieron más de 400.000 personas, 700 sacerdotes y 80 obispos de diferentes partes de Chile y Argentina. En su homilía reflexionó acerca de las Bienaventuranzas, de cómo estas vienen a “extirpar la inmovilidad paralizante del que cree que las cosas no pueden cambiar, del que ha dejado de creer en el poder transformador de Dios Padre y en sus hermanos, especialmente en sus hermanos más frágiles, en sus hermanos descartados".
Al finalizar la Misa del Parque, el Papa se dirigió a la Nunciatura, para luego asistir al Centro Penitenciario Femenino, donde invitó a las mujeres a recordar su dignidad humana, las instó a crear su propio futuro, un futuro más fructífero, sin olvidar sus sueños y esperanza.
Luego del encuentro con las mujeres de la penitenciaría, el Santo Padre se dirigió a la Catedral de Santiago para encontrarse con sacerdotes, diáconos, religiosos/as, consagrados/as y seminaristas. Se dirigió a ellos con un potente mensaje de alegría, donde los invitó a “salir del círculo de la desolación que envenena el alma” y a no olvidar que su vocación está hecha para el servicio a los demás.
Al terminar el encuentro de la vida consagrada, el Papa Francisco se dirigió al Santuario de San Alberto Hurtado, para tener un encuentro privado con los Jesuitas y con los más pobres.
El miércoles 17, a las 8:00 hrs, el Papa inició su tercer día de viaje apostólico, abordando un avión rumbo a Temuco para celebrar la Misa en el aeródromo Maquehue junto a miles de feligreses. En su homilía habló especialmente sobre el diálogo y la paz, llamando a la unidad de Chile. Al finalizar la Eucaristía, el Papa fue a almorzar con ocho representantes de comunidades mapuches, una víctima de la violencia rural, un miembro de una familia de colonos suizo-alemanes, un migrante haitiano y el obispo de Temuco.
El miércoles en la tarde, el Santo Padre se dirigió al Templo Votivo de Maipú, para encontrarse con los jóvenes. Fue una instancia caracterizada por la alegría y la espontaneidad juvenil. El Papa instó a los jóvenes a ser protagonistas, a “mover el piso” y a amar a la patria; dejó claro que todos tienen algo que aportar y que nuestra Iglesia los necesita. Además los llama a pensar como lo hacía el Padre Hurtado y preguntarse siempre ¿qué haría Cristo en mi lugar?
Inmediatamente después del encuentro con los jóvenes, su Santidad se trasladó hasta la Casa Central de la Pontífice Universidad Católica de Chile, donde los esperaban alrededor de 3.000 invitados. Habló acerca de la misión importante que esta tenía, de “generar procesos que iluminen la cultura actual, proponiendo un renovado humanismo que evite caer en todo tipo de reduccionismo (...) a buscar espacios recurrentes de diálogo más que de confrontación; espacios de encuentro más que de división".
El jueves 18 de enero, el Papa Francisco se despide de Santiago para dirigirse a Iquique y luego a Perú. Al llegar al aeropuerto a las 10:30 hrs. se dirigió en auto cerrado a la Playa Lobitos, donde se realizó la Misa Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile. En la Eucaristía el Papa coronó a la Virgen de la Tirana y pudo conocer de primera mano los bailes y la religiosidad popular de la zona. En su homilía hizo una analogía entre la alegría del Evangelio y la alegría de la religiosidad del Norte de Chile.
Al terminar la Misa, el Padre agradeció a las autoridades, al pueblo chileno y a los voluntarios por su “abnegado y silencioso trabajo”, despidiéndose para luego trasladarse a Perú.
Para leer algunos de los discursos del Papa haz click aquí abajo.
Av Vitacura 3729, Vitacura, Región Metropolitana
Teléfono: 22 208 1730
E-mail: secretariapinmaculada@iglesia.cl